lunes, 30 de junio de 2008

Montesinos en el juicio a Fujimori



Arrogante y soberbio como nunca, haciendo alarde de su "versación" en los asuntos de inteligencia y temas internacionales, legalista al extremo aparece Vladimiro Montesinos en el proceso seguido a su gemelo, el acusado Alberto Fujimori. Lo mira luego de cada respuesta buscando su aprobación; se ríen juntos de sus "ocurrencias". Olvidados están los tiempos en los que Fujimori montó el gran teatro de la persecución a Montesinos. Los videos están a salvo y las cuentas entre ambos saldadas. Son los mismos cómplices de los largos diez años en los que gobernaron lejos de las miradas del pueblo, festinando sus crímenes. Defiende a su compinche en el delito con uñas y dientes. Maltrata al Fiscal, le responde con sorna y displicencia. Recibe, sin inmutarse ni dejar de lado su conducta altiva y sus expresiones propagandísticas, las reiteradas advertencias del Presidente de la Sala, el impecable juez César San Martín.

No pueden ocultar lo que todos advertíamos: la alianza por la impunidad de Montesinos y Fujimori ha sido pactada y blindada entre los emisarios de ambos, entre la Base Naval y la DINOES. Creen ambos, así como sus secuaces e ingenuos seguidores, que Keiko será presidenta y que los indultará. Es su única esperanza.

Pero más allá de ese pacto infame que esconde la verdad, vemos a un Montesinos incontinente, desesperado por hablar luego de casi diez años de silencio, creyendo que los reflectores que hoy lo iluminan son los mismos que lo hicieron durante el tiempo que controló el poder en el Perú.

Se equivoca de cabo a rabo, de escenario y de momento; ahora es sólo un testigo con varias condenas en su haber, y su aliado está en el banquillo de los acusados.

Muy a su pesar señor Montesinos, los "caviares" hicimos bien nuestro trabajo; quienes nunca visitamos su "salita", quienes no tenemos rabo de paja y siempre le salimos al frente, lo hemos conducido respetando todos sus derechos a donde está usted, al único lugar donde podría estar: a la prisión.


Solidarios y vigilantes
Hasta la próxima

La concertación: contracultura política




¡Qué lejos están los tiempos políticos de la transición democrática! Es un asunto de período político, no un problema cronológico ya que no han pasado sino siete años y algunos meses desde que Alberto Fujimori huyera al Japón y se instalara, a fines de noviembre del 2000, el Gobierno de Transición.

El lenguaje de hoy es de confrontación, de descalificación, de enfrentamiento; es violento. Se premia a los “machos, a los que matan y reprimen; se califica ― velada o abiertamente ― de cobardes a quienes dialogan y concertan. Se entiende el orden como producto de la aplicación de la fuerza y de las armas, no como resultado del ejercicio democrático de la autoridad, del diálogo y la negociación, y del uso proporcional y legítimo de la fuerza en circunstancias excepcionales.

“Una persona que tiene miedo físico es mejor que no se meta en estas cosas” dijo el presidente Alan García refiriéndose al General Alberto Jordán quien dialogó con los moqueguanos en lugar de dispararles. No sólo porque era lo se debía hacer en esas circunstancias a juicio de quien estaba a cargo de la operación, sino también porque recibió órdenes del comando institucional en ese sentido: “no porte armas”.

El gobierno mafioso y criminal de Alberto Fujimori y de su gemelo Montesinos, así como la guerra que asoló al Perú casi dos décadas nos “senderizó” cultural y políticamente, a decir de Carlos Iván Degregori. Por ello requeríamos de una contracultura política. Esa fue la que inauguró el Gobierno de Transición. El espíritu de la concertación suponía otra forma de gobernar basada en el diálogo y en la búsqueda de derroteros comunes que sumaran fuerzas y enlazaran voluntades de quienes tienen diferentes intereses.

Como parte de ese equipo humano y de esa misma convicción, puedo dar fe de la forma exitosa en la que se trataron los conflictos y con que se usó la fuerza; pero, lo que es más importante, cómo se promovió una manera distinta de ser y de hacer en la política peruana y en el gobierno. la concertación fue la gran vacuna contra el retorno al autoritarismo. Eso es lo que nos distingue del senderismo, del Fujimorismo, del humalismo y de Alan: todos ellos se han juntado en ese grupo dispuesto a crucificar al General Jordán en estos días.

La concertación fue y sigue siendo la esencia de una manera democrática y ordenada de gobernar; así se dio impulso al Consejo Nacional del Trabajo, al Diálogo Nacional por la Educación, a la Iniciativa Nacional Anticorrupción, a las Mesas de Concertación para la Lucha contra la Pobreza que impulsó los primeros Presupuestos participativos y fortaleció los Planes Concertados de Desarrollo. En ese espíritu se creó la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, entre otras iniciativas.

Toledo las continuó en su primer período de gobierno, fundamentalmente con el Acuerdo Nacional, luego fue abandonando casi todas, así como las reformas en defensa, seguridad y educación con su frívola manera de gobernar. Alan García no sólo las desconoció, Alan es la contra reforma abierta.

El diálogo y la concertación han quedado en el olvido para quienes gobiernan hoy y quienes están en el Congreso: gran retroceso en la cultura política peruana.

Fuerza Social es portadora, en la gestión de sus gobiernos regionales y locales, de esa fuerza, de esa cultura, de esa opción política por la concertación.

Somos la alternativa.

Solidarios y vigilantes
Hasta la próxima

jueves, 26 de junio de 2008

"La Rosa no tiene porqués". Los 80 años de Gustavo Gutiérrez



Lo conocí una noche, en la mezzanine del Colegio Champagnat. En esa ocasión, Isaac León y Federico de Cárdenas de "Hablemos de Cine", proyectaban Nazarín, de Luis Buñuel. Luego de la película venía el infaltable foro de comentarios. Volteé a mirar a quien hablaba con tanta hondura del filme que nos había conmovido tanto. Comentaba acerca del amor humano, extraordinariamente expresado por Buñuel en el beso amoroso del amante a su mujer, cuyo rostro era una llaga purulenta que repelía cualquier contacto. Le dije a mi acompañante: "Qué persona tan atractiva, ¿quién será?".

Meses después supe que se llamaba Gustavo Gutiérrez, que era sacerdote y que dictaba clases de teología sobre literatura y cristianismo en el siglo XX en Letras de la PUC en la Plaza Francia. Dicen que el último pupitre es el mejor lugar. Así es. Nadie se dio cuenta de mi presencia e hice varios cursos sin pagar un sol. Era un placer intelectual y espiritual escuchar a Gustavo disertando sobre Albert Camus.

Desde ese entonces Gustavo Gutiérrez no ha dejado de sorprenderme. Lo ha hecho con su teología espiritual, la Teología de la Liberación. Esta reflexión, surgida de nuestras raíces americanas al interpretar los signos de los tiempos, apunta a la pobreza como muerte y a la lucha contra la pobreza como opción ineludible de las y los cristianos. Es una opción cristocéntrica: amar al pobre porque el Señor los ama de manera preferente. Pocas teologías han impactado como esta, no solo en nuestra Iglesia Católica, sino en otras iglesias cristianas, y distintas confesiones religiosas, en el mundo de las ciencias sociales y de la cultura.

Me sorprenderá siempre la capacidad de cautivar al auditorio que tiene Gustavo Gutiérrez; no he visto otro como él. Un hombre pequeño, brillante, culto, de gran sentido del humor y de una energía inquebrantable. La hondura y valoración mundial de su pensamiento no lo han convertido en un intelectual almidonado y distante. Los reveses causados por la incomprensión, y la persecución de la mediocridad no lo han amargado. Todo lo contrario, posee una sencillez y una alegría que solo surge desde muy dentro, de ese lugar privilegiado del encuentro con el Dios de la Vida al que nos ha acercado a tantos y tantas.

Gustavo ha cumplido 80 años. Lo hemos celebrado a lo grande y a lo pequeño; como es él. Los niños y niñas de la Parroquia Cristo Redentor del Rímac a la que le dedicó largos años de su vida; su comunidad de amigos y amigas, de dominicos, de teólogas y teólogos. El viernes 20 en el Museo de Antropología y Arqueología no cabía un alma. Más de mil personas nos reunimos para la presentación del libro Libertad y Esperanza, a Gustavo Gutiérrez por sus 80 años. Luis Jaime Cisneros fue uno de los excelentes comentaristas. Al finalizar la noche, un Gustavo conmovido nos habló de la gratuidad comentando el poema de un místico del siglo XVII: "La rosa no tiene porqués". "No existe ningún motivo para su florecimiento", nos dijo: "como la rosa, la amistad si florece, es porque es amistad".

Vigilantes y solidarios

Hasta la próxima

miércoles, 18 de junio de 2008

Moquegua: respuestas policiales a problemas técnicos y políticos

Carlos Reyna, analista política sostiene con razón en una entrevista que escucho ahora en “No hay Derecho” que lo ocurrido en Moquegua se pudo prevenir. “¿O acaso pensamos que a la gente le gusta tomar puentes, secuestrar generales y policías? No.”

Tiene toda la razón.

Existe un problema acerca del uso equitativo de recursos provenientes del Canon. Es eso lo que desde hace tiempo ha generado problemas entre Tacna y Moquegua. Contabilizar por separado y comparar las rentabilidades específicas del mineral en uno y otro departamento para distribuir de manera justa los recursos que provienen del Canon. No puede seguir la reglamentación actual del canon en virtud de la cual éste se da por la tierra removida y no por la ley o calidad del mineral (que es lo que genera más o menos ganancias), como debiera ser.

Se pudo prever el secuestro del General y de los policías (acto que no es aceptable) pero ese no es el espíritu del actual gobierno; no es el de la concertación y profundización del proceso de descentralización. La actitud del actual gobierno no es la de sentarse a dialogar con la Asamblea de Gobiernos Regionales para definir estos asuntos tan importantes, ni con los sectores involucrados para producir los cambios reglamentarios necesarios, tampoco a pensar con las regiones y asociaciones de municipalidades qué hacer con las ocho regiones, con las provincias y distritos que no reciben canon.

Todo lo contrario, García y su etéreo Ministro del Interior, reaccionan policialmente cuando lo que tiene que hacer es actuar políticamente.

Canon, repensarlo técnica y solidariamente

Los recursos vienen de la minería e hidrocarburos y ahora tienen precios internacionales muy favorables generando extraordinarias ganancias para las empresas. Sin embargo, son recursos no renovables. Los ingresos como los del canon , deben planificarse estratégicamente para ser invertidos en desarrollo humano sostenible y sustentable en las regiones.


El Gobierno Central se queda con el 50% de lo recaudado por canon ¿qué es lo que se hace con ese dinero? No lo sabemos. Es indispensable en primer lugar, conocer en qué se invierte (no está en el SIAF) y, en segundo lugar como aconseja Carlos Reyna (y estoy plenamente de acuerdo), se debe pensar en fondos compensatorios o de equidad para quienes no tienen recursos energéticos ni mineros y, por consiguiente, no gozan de este derecho. Las regiones tienen, por su lado, grandes responsabilidades en el área de gestión e inversión para que los recursos que reciben sean invertidos con efectividad, eficacia y eficiencia en la inclusión social, el desarrollo productivo y ambiental.


La protesta social

La última encuesta de la Universidad Católica a nivel nacional ha tratado acerca de la satisfacción e insatisfacción con la democracia. Uno de los motivos de insatisfacción (57%) de las y los peruanos con la democracia tiene que ver con la necesidad y el derecho de manifestar y protestar y las dificultades para ejercer este derecho. 58% de los encuestados cree que es muy importante manifestar y 34% que es importante. Razón no les falta. En democracia debemos tener todas las garantías para organizarnos, para expresarnos y para protestar. Sin violencia, sin armas, sin dañar la propiedad pública y privada, sin toma de carreteras, pero ejercer plenamente el derecho a protestar, a expresar nuestra indignación y nuestras demandas cuando los canales del diálñogo y la concertación fallan o no existen. Para eso luchamos por la democracia, contra el terror dec Sendero Luminoso y también contra el autoritarismo de Fujimori.

No es democrático criminalizar la protesta social. Es inaceptable. Eso sólo sucede en dictaduras y en gobiernos autoritarios. La mano dura de los carísimos spots del Ministerio del Interior envían un mensaje de orden y seguridad que nadie cree. La seguridad proviene de un conjunto de políticas sociales, económicas y, en tercer lugar, policiales. Es muy preocupante que el Presidente de la República diga que se va a tratar lo sucedido en Moquegua como “el Andahuaylazo”, aludiendo a los graves hechos provocados por los Humala en la toma de la Comisaría de Andahuaylas que costó la vida de valiosos policías.

Moquegua no es Andahuaylas.

La protesta social no se criminaliza.

El orden proviene del ejercicio de la autoridad democrática, de la capacidad de gobernar concertando social y políticamente y de una genuina política de seguridad pública -hoy inexistente-.

Necesitamos otra forma de gobernar. No nos volvamos a equivocar en las urnas.


Solidarios y vigilantes

Hasta la próxima

miércoles, 4 de junio de 2008

Pasa Piola

Que no pase desapercibido que los jueces han librado de sanción a las y los tránsfugas; a varios de los tunantes de la política peruana.

La Sala Penal Especial de la Corte Suprema dictó sentencia contra cuatro y liberó de toda responsabilidad a la mayoría de ex congresistas acusados, tanto por transfuguismo y /o por recibir dinero de manera irregular para apoyar al gobierno de Alberto Fujimori.

Carmen Lozada de Gamboa es una de ellas, procesada por colaborar con el régimen de turno en la década de 1990 desde el Congreso de la República, a cambio de dinero y bienes, según la acusación. De igual manera Rolando Reátegui, Víctor Joy Way y Luz Salgado por el delito de receptación de bienes inmuebles a cambio de apoyar al gobierno fujimorista.


Para la justicia peruana, la mayoría no cometió delitos de receptación ni cohecho pasivo. Recibir sobornos y prebendas para cambiar de bando político, pasa piola.

Hoy, son personajes más pulcros e inmaculados que la patena del cura.

Estamos notificados: el Poder Judicial ha extendido carta blanca a todos los tránsfugas de hoy en adelante. Va a ser un lucrativo negocio invertir en una campaña para luego, venderse al mejor postor.

Este es uno de los golpes más serios que se le ha dado a los alicaídos partidos políticos. La impunidad alienta al crimen.

No nos quejemos en el futuro si no damos la voz de alerta hoy

¡Sinverguenzas!

Solidarios y
Vigilantes

lunes, 2 de junio de 2008

Menos pobres: buena noticia. Más desigualdad: mala noticia




Que se reduzca la pobreza es una buena noticia para cualquier compatriota. No es posible no alegrarse por cada niña o niño rescatado de la desnutrición, cada madre salvada de muerte por complicaciones de parto, cada persona que logra salir, de la postración y la exclusión, aunque sea por el subsidio condicionado del Programa Juntos que no garantiza sostenibilidad en el tiempo. Es mezquino no reconocer esto por una superficial actitud de oposición al gobierno.

Sin embargo, hay varios asuntos que discutir en este tema de reducción de la pobreza:

¿Cómo se mide?

No todos los técnicos están de acuerdo con el método de medición y con argumentos sólidos. Coinciden en que efectivamente hay una reducción; el problema es la magnitud de ésta. Farid Matuk, ex jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática, ha expresado con argumentos que existe un problema en la forma de medirla ya que un descenso de “5,2 puntos en el porcentaje de pobreza es una cifra inverosímil, como también lo es la variación de 9,4 puntos respecto a la cifra oficial del 2005 (48,7%).”. En el mismo sentido han argumentado Pedro Francke, ex Presidente de FONCODES: “El problema es la metodología… el Banco Mundial se ha equivocado bastante en el pasado y siempre a favor de los gobiernos”.

¿Todo crecimiento económico reduce la pobreza?

En principio los técnicos y economistas sostienen que por cada punto de crecimiento del PBI, se espera una reducción de 0.2% de la pobreza, no del 0.6% como ha ocurrido esta vez en el Perú según el INEI. Sin embargo, es interesante traer a colación lo que sostiene Pedro Francke en la entrevista que diera a Perú 21 el domingo 1 de junio: “Hay países que crecieron mucho y aumentaron a la vez su pobreza como Brasil en los 70. Pero también hay países como China, en los que la pobreza se ha reducido muy rápidamente”

¿Esta salida de la pobreza es definitiva?

Si quienes salen de la pobreza lo hacen por una inserción real y efectiva en el empleo formal y con derechos, es posible avizorar que estos peruanos y peruanas no volverán a caer en la pobreza ante una enfermedad grave, un robo o un desastre natural. Los eventos no los lanzarán a la pobreza o pobreza extrema como ha sucedido en los últimos diez años en los que más de un tercio de los que salieron de la pobreza, volvieron a caer en ella por la precariedad de sus fuentes de ingresos y la ausencia de una red de protección social.

¿Existe equidad en la reducción de la pobreza?

Los datos que aporta el INEI señalan que ha aumentado la desigualdad. La Selva peruana es la más postergada, luego la Sierra. Es en la Costa norte, sur y en Lima en donde se reduce y se muestran tremendas disparidades entre regiones.
Las brechas se agrandan porque el crecimiento que genera empleo va donde quiere la inversión y no por un planeamiento estratégico de ésta. No hay Estado promotor y planificador del desarrollo que atraiga hacia las regiones más castigadas (con grandes capacidades productivas) la inversión privada que logre generar crecimiento con equidad.

¿Es necesario un nuevo modelo económico para crecer con equidad?

Menos pobres, más desigualdad y distancias regionales y sociales.


Este es un escenario que podría cambiar si nos atrevemos a impulsar un programa económico distinto, si tenemos un Estado fuerte y activo, capaz de colocar impuestos a las sobre ganancias; nos dotamos de planeamiento estratégico del desarrollo.

Es posible crecer e integrar. Regionalmente. Es posible crecer y mejorar la productividad de los más pobres como lo viene probando en más de 30,000 familias el Movimiento Autogobierno Ayllu al introducir tecnologías que mejoran productividad y la vida, arrancando de la pobreza de manera definitiva a los más pobres de nuestras zonas rurales. Es posible crecer e incorporar en el empleo con derechos a las personas.

Ese es el crecimiento que queremos.

Para ello, el modelo tiene que ser otro.

Solidarios y vigilantes

Hasta la próxima